Hurtos por parte de trabajadores: ¿son frecuentes e inevitables?

Muchos empleadores se quejan, constantemente, de que sus colaboradores les roban materiales o productos. Algunos afrontan este tipo de situaciones y toman medidas al respecto, lo que es totalmente acertado. Pero también existe una tendencia a asumir que ese es el principal problema en la relación con el personal, lo que puede generar un ambiente de desconfianza. Como todo, es un tema de balance.

¿Roban mucho o roban poco?

Robar, en cualquier circunstancia, es malo y no debe suceder. Sin embargo, en una empresa no se puede ponderar de la misma manera el hecho de que haya un trabajador ladrón, a otro en el que un porcentaje importante ha hurtado bienes o servicios que ofrece la compañía. Si hay un trabajador puntual que comete un delito, es un problema distinto a si es algo que se transforma en una práctica común.

Es por eso que los hurtos cometidos por los trabajadores no deben tomarse a la ligera, pero tampoco es pertinente generalizar o culpar a todos los miembros del personal si se produce algún caso. Es muy importante determinar la frecuencia y el origen de estos robos.

Aumento de incentivos vs. fortalecimiento de valores

Hay diferentes maneras de abordar los hurtos dentro de la compañía, especialmente si se trata de trabajadoras. Aunque muchos expertos en relaciones industriales tratan de verlo como un asunto antagónico, la verdad es que tanto la disciplina como los aspectos pedagógicos pueden llevarse de la mano.

Por ejemplo, si una empresa tiene a la honestidad entre sus valores definidos, entonces hay que hacer campañas pedagógicas para que los trabajadores puedan comprender la importancia de este valor. Sin embargo, y muy especialmente cuando los robos se producen a gran escala, hay una serie de síntomas adicionales que atender.

Para empezar, en estos casos no hay control y las personas a cargo no tienen mayor autoridad. Pero de forma adicional, refleja necesidades por parte de los trabajadores, que no están trabajando solamente por un salario, sino por los beneficios que reciben de lo robado. Ante eso, sería ideal trazar estrategias que permitan aumentar los incentivos laborales y salariales, para que haya armonía.

La situación de los hurtos en una empresa puede generar tensiones, despidos y muchos malos ratos. La mejor forma de abordar este problema es desde diferentes perspectivas que permitan comprenderlo y erradicarlo.